Entre RÃos
Aspiramos ser primer mundo; alentamos el regreso de trenes y barcos a la Argentina
VILLA ELISA
16-04-2008
EL FERROCARRIL EN ENTRE RÃOS.
Los anuncios del Gobernador Uribarri, anunciando concretamente el comienzo de la reactivación del ramal San Salvador, Caseros, Concepción del Uruguay, para julio de este año, afirman la certeza del emprendimiento.
Desde el Ferroclub de Villa Elisa, se ve con expectativa favorable estos anuncios, ya que es la primera vez que el gobierno de la provincia se involucra directamente en el tema.
El ramal tiene una longitud de 125 Km. entre San Salvador y el puerto de Concepción del Uruguay, el cual padece una agonÃa de años por la falta de dragado y la no implementación de barcazas de escaso calado para transporte, lo que lo ha llevado a una parálisis total.
El ramal activado le proveerÃa de un acceso ferroviario, lo que lo apuntalarÃa en su funcionamiento, para evitar su estado pasivo, como ocurre con los puertos de Gualeguaychu, Colon y Concordia en el rÃo Uruguay, y Victoria, Paraná, La Paz y parcialmente Diamante e Ibicuy, en el rÃo Paraná.
Es curioso, pero Entre RÃos, no tiene un puerto operable en su totalidad, ya que en costa oeste del rÃo Paraná, las terminales portuarias, funcionan a pleno, lo mismo que en el caso de Fray Bentos, en la Republica Oriental del Uruguay.
La polÃtica Ferroviaria y portuaria en Entre RÃos no ha potenciado en las últimas décadas el valor estratégico de la provincia, y dejo en manos de Santa Fe y Buenos Aires las operaciones ferroportuarias de envergadura.
Esta iniciativa de darle vida a un ramal inactivo desde 1977 y 1981, conlleva el optimismo de valorizar las poblaciones postergadas con su cierre y sin caminos apropiados para este tiempo; no en vano La Clarita y Arroyo Baru, son poblaciones con riesgo de extinción, ante la falta de oportunidades de los jóvenes y la escasa seducción que ofrecen a las industrias para establecerse.
Estos pueblos, hasta los años 60, contaban con todo tipo de comercios y vida plena, habÃa médicos, y farmacias, correo, casas de remates, acopiadores de granos, comedores y fondas u hoteles para hospedarse. Nacieron con el ferrocarril, se desarrollaron merced a la comunicación segura que el medio ofrecÃa, y posibilitaba a las personas del lugar ser empleados ferroviarios algunos de ellos.
Su agonÃa y decadencia, la diezmada población y la tristeza de sus pobladores esta emparentada a la desaparición del medio que los igualaba con el resto de las poblaciones más importantes. La historia que volverá a la región con la vuelta del tren, será similar a la vivida hace 100 años con la llegada del medio que provoco el nacimiento de miles de pueblos del paÃs.
La sistemática polÃtica de cierre de ramales comenzada con el plan Larkin, a finales de los años 50, y culminada en 1993 con el desguace ferroviario mas cruel y despiadado que se hubiere imaginado; se tomara en esta región al menos y por ahora, la dulce revancha de la vuelta a la vida de los hoy pueblos fantasmas. Lastima que en el paÃs, se necesite tanta destrucción, y poblaciones abatidas, para comprobar, que nunca una republica se hace grande, sometiendo al desamparo a las poblaciones pequeñas, que no tienen quien las defienda.
Villa Elisa al DÃa