Entre RÃos
Aspiramos ser primer mundo; alentamos el regreso de trenes y barcos a la Argentina
MADRE MARÃA BERCHMAN
15-08-2007
75 AÑOS DEL COLEGIO ESTRADA
Con buenos resultados, luego de siete años de avances e inserción en la comunidad elisense y sus colonias, la superiora MarÃa Gabriela fue sustituida el 02 de marzo de 1938 por la religiosa MarÃa Berchman, que a su vez dio clase en 3er. grado, lo hizo en la misma fecha la Hna. MarÃa Delia en 4to. en su momento directora del Colegio de San José. En 1940 tomó posesión la Hna. MarÃa Celina en 4to. quien ejerció en San José. Con fecha 02 de marzo de 1942 ingresaron las hermanas MarÃa Estela en 2do. grado y MarÃa Isabel en 1ro., luego en ese mismo ciclo lo hace en 5to. la segunda. De 3er. grado se responsabilizó en 1944 la Hna. MarÃa Josefa. Para todos los casos, se hace la salvedad que lo que se indica es la fecha de toma efectiva en el cargo, no asà cuando se produce el cese por permuta con otro grado en el mismo Colegio, o por traslado a otro destino por orden de la superioridad.
Nuestra Parroquia no quedó ajena al 50 aniversario de la llegada de la Congregación de las “Hermanas del Niño Jesús†a nuestro paÃs. Por este motivo el domingo 22 de mayo de 1938, se celebraron dos Misas en Acción de Gracias, donde la concurrencia numerosa fue prueba de adhesión. Concluidas, “...se pasó al atrio de la Iglesia en donde se habÃa adornado al efecto el cuadro de la Rda. Madre Fundadora y Escudo del Instituto con las banderas argentina, pontificia y francesa, entre las que abundaban los manojos de perfumadas violetas. Siete niñitas, representando las primeras Hermanas llegadas al paÃs, recitaron una composición titulada: ‘El adiós a Francia’. Luego la Señora Lidia Rebord pronunció un sentido discurso... -a continuación-, entraron los niños al templo entonando el Himno del Niño Jesúsâ€. Cerró con palabras entusiastas, elocuentes, alentadoras, el párroco Pbro. Antonio Gaggión, quien encomió la benéfica labor realizada por la Comunidad en pro de la infancia argentina, finalmente afirmó: “...que esa sencilla demostración no era suficiente y que más adelante se harÃa algo más para exteriorizar el aprecio que el pueblo de Villa Elisa tiene por su Colegio.†Se estableció un nuevo cronograma de homenaje a la obra que llevan adelante y tanto bien hace, que se efectivizó el domingo 4 de diciembre, según el siguiente esquema dado a conocer por “El Parroquialâ€: “ A las 7,30, Misa de Comunión general de todas las Asociaciones y fieles de la parroquia; a las 8,30, misa de Comunión de niños, en la que quisiéramos ver a todos los niños que han pasado por las aulas de nuestro Colegio. Por la tarde (...) canto del Te Deum y bendición con el SantÃsimo...â€. El programa del Acto Literario llevado a cabo seguidamente, en el salón del CÃrculos de Obreros consistió en:
1- Himno Nacional – Ecos jubilares –Cuadro alegórico y Coro.
2- Discurso de apertura en nombre de la Parroquia, por la Srta. M. Esther Deymonnaz.
3- Premios de Honor.
4- Bebe. Canto gimnástico, por un grupo de niñitas.
5- PoesÃa al Colegio, por la alumna Argentina Cottet.
6- Cuando se abren las flores. Ofrenda por el coro de niñas.
7- Discursos en nombre de las ex alumnas, por la Srta. Argentina Lambert.
8- Distribución de premios a los grados inferiores.
9- Mis deseos cerca del Sagrario. Recitado por la niña Hilda Lambert.
10- Las Pescadoras. Zarzuela en un acto por un grupo de alumnas.
11- Distribución de Premios a los Grados Superiores.
12- La Hermana Caridad. Recitado por la Srta. Alicia Francou.
13- Adiós al Colegio. PoesÃa por la alumna Isela MartÃn.
14- Himno al Instituto y Cuadro alegórico.
La participación fue masiva, cálida y de sincera demostración de cariño y gratitud, a la misa los fieles la ofrecieron por la benemérita Comunidad, cuyas religiosas ejercen su apostolado fecundo, meritorio y digno de reconocimiento. En cuanto a lo previsto en las horas vespertinas, fue todo un éxito, destacándose en el boletÃn lo que sigue: “ Una palabra de gratitud, (...) para la señorita Edelma Lombardini, que podemos decir fue el alma de los actos realizados en el CÃrculo y que con la competencia de siempre tuvo a su cargo la parte musical del programa.â€.
Por estas épocas que estamos historiando era alumno, el que luego serÃa por espacio de 35 largos años (1965-2000) cura párroco de Villa Elisa, Pbro. Juan Esteban Rougier. En su testimonio nos dirÃa al respecto: “ En este rincón acá, (sala parroquial) entraba con mi papá Esteban de la mano como pobre gringuito del campo y yo viendo todo esto, -extraño- sale por esta puerta el Padre Carlos Blasón, que era teniente cura, yo tendrÃa 7/8 años, me ve y me dice: ‘ vos tenés que ser de la acción católica’. Yo no sabÃa lo que era pero entendà que me decÃa ‘vos tenés que ser sacerdote’. Fue el primer chispazo que me encendió la vocación. Me sentà tocado por dentro.â€. Estamos hablando apenas de un chiquilÃn y sus travesuras propias de la edad, pero que ya tenÃa la costumbre de ser monaguillo; en una ocasión que oficiaba de ayudante en un enlace, luego de finalizado vino corriendo, según lo sostenido por la Sra. Nélida L. de Jáuregui y comentó: “- Si vos vieras Zoila qué lindo casamiento. Yo cuando me case me voy a casar asà también.- ¡ Qué se va a casar asÃ!. Usted tiene que ir al Seminario,¡ no piense en casarse, lo retó!.â€. Los años pasan inexorablemente, a la distancia nos confesarÃa: “ El ambiente del Colegio era de estudio pero sobre todo de formación, es decir, teniendo en cuenta que el hombre no es sólo inteligencia sino también voluntad y corazón, se tendÃa al conocimiento integral y por lo tanto espiritual, como era Colegio católico era una formación de la vida cristiana, de ahà que de los ex alumnos hayan surgido la mayor parte de las vocaciones sacerdotales y religiosas de la Parroquia de Villa Elisa. Por lo tanto, el aprendizaje no se limitaba solamente a la instrucción. Toda educación tiene que ser integral, formar la persona -porque- está constituida por la inteligencia, la voluntad y los sentimientos (...). Yo pienso hoy que no hubiese sido sacerdote sino hubiera sido por el Colegio José Manuel Estrada. Por ello le tengo un agradecimiento eternoâ€. Las virtudes de este hombre culto, emprendedor y en cierta manera continuador de la gran obra del padre Jorge, han quedado reflejadas en las acciones que ha llevado adelante, su ministerio marcó a fuego a generaciones de vecinos de nuestro pueblo.
La madre Berchman, con parientes en la zona de Colonia Hocker, era una hermana recta, exigente como casi todas las de ese tiempo, pero cuando llamaba la atención lo hacÃa con bondad y cariño, los alumnos la querÃan muchÃsimo, excelente persona, dulce “un pan de Dios†para muchos. Muy habilidosa, pintaba de maravilla, de acuerdo al dato oral pintó un mantel para el altar antiguo que era una belleza y el cuadro de San Juan Bosco que estuvo muchos años en el salón Parroquial.
En cuanto al hábito que vestÃan las religiosas, era uno de los más lindos, sostienen que el primero era hermoso, después el que lo reemplazó ya no lo era tanto. En décadas más recientes se les permitió una indumentaria más simple, discreta, entendemos que estos últimos cambios obedecieron a una apertura no tan rÃgida de la Congregación y por razones económicas.
Anécdotas: En aquella época se le daba mucha importancia al dÃa del árbol. Se hacÃan trabajos alusivos, se plantaban en el jardÃn del Colegio. En su dÃa -28 de julio- se reunÃan en la sala mayor y se leÃan los mejores de cada grado. “ La mÃa resultó elegida, pero cuando me dijeron que tenÃa que leerla, no sé si por timidez o por vergüenza me negué. No hubo caso que me convencieran, me empeciné en no, no, no. Entonces la leyó una compañera. A todas las ganadoras se les dio de obsequio, un caramelo. Ahora quizás parezca irrisorio, pero en ese tiempo no tenÃamos tantas golosinas a disposición, entonces un caramelo era siempre bien recibido. La hermana me dijo, quizás un poco de castigo, lo que encuentro muy razonable, que como no quise leerla, merecÃa el premio y se lo dieron a la que lo leyó. Apelando a lo más profundo de mi amor propio dije con indiferencia: ¡ No me gustan esos caramelos!. Pero después, con amargura bien disimulada, vi a mi amiga saboreando gustosa el dulce galardón que yo hubiera merecido.â€.
La señora reside hoy en Colón, hija de un respetable vecino que vivÃa por esos años en Colonia Vázquez muy cooperativista él. Siendo pupila cuenta: “ Todas las semanas a las diez de la mañana los dÃas lunes subÃa a la terraza porque sabÃa que mi vieja tenÃa turno en el dentista, no era el apuro por verla, la prisa era porque ella me traÃa chocolates pero habÃa un problema, los tenÃa que esconder. Yo le contaba que una compañera me los comÃa, la muy pÃcara, buscaba y buscaba hasta encontrarlos y yo me ponÃa muy triste ya que no la podÃa descubrir.†¿Quién serÃa la malandrina?. Corresponde este suceso a la misma interna. “ La madre Clemencia me decÃa ¡Blanc!, vaya a lo de Retamoza a retirar los zapatos que llevó ayer, y yo muy pÃcara iba pero aprovechaba para visitar a mis tÃos Morat, demoraste me decÃa, si no estaban listos le informaba, ella sonreÃa porque ya sabÃa que yo me tomaba ese ratito.â€. Por lo irresistible alguna vez tuvimos la tentación, somos personas.
Las reverendas eran buenas pero rigurosas, a los educandos los tenÃan “a la rayaâ€. Cuando habÃa problemas con los piojos, a algunas chicas para eliminarlos, ya que no existÃan otros productos, se les ponÃan hisopos con Kerosen. También, les exigÃan a las pupilas lavar las medias todos los dÃas. Por esos años, la hermana Isabel era la que dormÃa con ellas, querÃa si o si las medias sin olor, de igual manera tener las camas perfectas sin arrugas, debÃan quedar impecables.
Con respecto al movimiento administrativo, se elevaba a las autoridades informes periódicos: Planilla bimestral al Consejo Gral. De Educación de Entre RÃos (personal docente y alumno). Cuatrimestral de EstadÃstica al Consejo Nacional de Educación. EstadÃstica Escolar mensual (única docentes y alumnos). Antecedentes del personal “Inspección de Escuelas particulares†y una de EstadÃstica Escolar anual al C.G.E. de E.R. personal docente y de alumnos. En sus inicios -1932- se llamó Escuela “José Manuel Estrada†categorÃa Elemental para las autoridades provinciales (C.G.E.). Luego, ya en 1934 tenÃa el nombre Escuela Nº 111 “J. M. Estrada†categorÃa Elemental Superior. Década del cuarenta Escuela Particular “J. M. Estrada†Nº 111, y en 1950 Escuela Elemental Superior Nº 111 “J. M. Estradaâ€. Nuestro Colegio por sus caracterÃsticas se desenvolvÃa con aprietos económicos constantes, la mayorÃa de los chicos que concurrÃan eran pobres y no podÃan abonar la cuota que se exigÃa para el sostén de las hermanas. Se recibÃa esporádicamente alguna ayuda oficial, las religiosas peticionaban permanentemente a quiénes correspondÃa, como resultado de esas solicitudes, por ejemplo en 1938: “Debido a las gestiones del activo diputado ingeniero Juan Francisco Morrogh Bernard, el Ejecutivo nacional ha acordado al Colegio José M. Estrada de Villa Elisa un subsidio anual de 1.200 pesos.(...) El Colegio Estrada recibirá en consecuencia $ 70 como subvención mensual -también- de la provincia y el subsidio nacional.â€. Podemos afirmar de la misma manera que para el año 1944 se obtenÃa en concepto de ayuda de la Provincia $ 75 mensuales y de igual forma de la Nación $ 150. Nuestra Institución dependÃa del “Instituto de Instrucción Primaria†que nucleaba a todos los Colegios de Hnas. Niño Jesús del paÃs. Para solventar todos los gastos como veremos más adelante, se recurrÃa a todo tipo de beneficios para cubrir los déficit propios de funcionamiento.
Anécdotas: hoy la señora tiene 73 años de edad y sigue viviendo en la Colonia, a la vera del RÃo Gualeguaychú, en su momento fue aspirante a la Acción Católica . Del Colegio tiene los mejores recuerdos por todo lo recibido en lo espiritual, de igual manera aprendió manualidades: Entre otras, confección de indumentaria, sábanas para las camas, bordados de manteles -guarda uno como recuerdo-. En el presente, sus trabajos son reconocidos en la “Fiesta Nacional de la ArtesanÃa†que se lleva a cabo todos los años en el mes de febrero en la ciudad de Colón. Cuenta lo sucedido a uno de sus allegados, profesional en la actualidad: “ Mamá nos hacÃa una cartera de tela que colgábamos, mi hermano Luis MarÃa se la habÃa olvidado, venÃa llorando todo el largo del camino -duraba a caballo una hora de viaje- ¡No llores!. ¡Qué me va a decir la hermana StefanÃa!. Cuando llegamos le di una hoja y un lápiz, la goma no tenÃa. -sollozaba desconsoladamente-. Se lo llevó la hermana al grado, yo pensé le va a dar un reto, no. ¡La hermana lo abrazó, lo levantó en el aire!, yo le dije, ahora cálmate. TenÃa sus picardÃas, la religiosa lo adoraba.â€.
Esta pertenece también a la dama antes aludida, de un familiar de ella muy salvaje él, que asistÃa al Colegio, en esos viajes a caballo venÃan rezando a veces peleando en otros; pero el drama mayor ocurrÃa en los dÃas de lluvia, el hombre hoy tiene una agencia de quiniela en Colón. Fue asÃ: “Tito una vez se cayó, rodó con la petiza, se desplomó y se incorporó rápido, ¡la quinta!, gritó y levantó los brazos; ¡nos habremos reÃdo tanto!â€. Antes eran muy comunes las rodadas con los equinos, era el medio más práctico de movilidad, más, desde luego, en las jornadas de condiciones climáticas adversas.
Villa Elisa al DÃa