Ferroclub Central Entrerriano

VILLA ELISA
03-10-2022

VOLVIO EL TREN A LA CLARITA POR CUARTA VEZ DESDE SU CLAUSURA EN 1977.

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(Villa Elisa al Dia)

2022-10-03-9:36
Esta historia Argentina de idas y vueltas, produjo una vez más un regreso a La Clarita. El Nunca más establecido en abril de 1977, cuando la locomotora a vapor y los coches metálicos, pasaron levantando los últimos pasajeros, después de 65 años de servicio, no fue por suerte definitivo.

Este domingo 25 de septiembre de 2022, volvió la locomotora de 1928, con el primer coche o vagón de 1994, el Tractovia y una zorra que acompañaba. Era el cuarto regreso, motivado por una fiesta en la localidad que debe su nombre precisamente al Ferrocarril.

El Ferroclub de Villa Elisa se encargó de romper un destino de olvido de rieles y por cuarta vez desde 1977, la estación volvió a recibir una formación ferroviaria.

Para llegar al domingo con silbato de locomotora a vapor y aplausos de sorprendidos visitantes, fue necesario días antes proponerse arreglar los estragos de 11 años sin trenes. El jueves 23 de la semana anterior, se debió reparar uno de los rieles del paso a nivel de acceso a La Clarita, precisamente, el que recuerda el accidente del 20 de octubre de 1970, cuando el coche motor, embistió una camioneta que lo atravesaba. Ese accidente, le costó la vida a Guillermo Gastal, un ciudadano de Villa Elisa, de 49 años.

La ultima vez ocurrió exactamente once años atrás, el 25 de septiembre de 2011, cuando la locomotora 6942 y el vagón cultural, se marcharon de la localidad.

Los cuatro regresos a la Clarita. En 1998, 2002, 2010 y 2022.

Luego del lapidario final del tren de 1977, nunca volvió a existir un servicio de pasajeros regular. Es más, en 1989, estuvo a punto de desaparecer el ramal. Un negocio entre Ferrocarriles Argentinos y Yacimientos Carboníferos Fiscales, establecía el levantamiento de rieles en Villa Elisa y San Salvador. Así lo confirmaba Santos Blanco, ultimo gerente de la línea Urquiza en Concordia, quien suponía que el ramal ya no existía, en una entrevista encabezada por Elcio Viollaz, intendente de Villa Elisa, en el mes de julio de 1992, cuando acompañaba a entusiastas de formar un Ferroclub en Villa Elisa, para pedirle por el ramal.
Para corroborar la noticia, en 1990, se pudo comprobar que desde el kilómetro 315 se comenzaron a levantar los rieles por operarios contratados para esa tarea, los que sacaron las fijaciones de los durmientes y dejaron los rieles al costado. Si solo se extrajeron 500 metros de rieles, fue a raíz de la ley n.º 23 696, conocida comúnmente como Ley de Reforma del Estado, sancionada el 17 de agosto de 1989, que con su sanción, hizo desaparecer ambas empresas del estado, revocando el negocio y paradójicamente, salvando al ramal de una desaparición para siempre.

Después de ese suceso, llego la aparición del Ferroclub Central Entrerriano y con él, el deseo de recuperar la totalidad del ramal. En 1998, la Cooperativa Arroceros de Villa Elisa, y su presidente Elcio Perrou, confiaron a la entidad, la reparación del ramal para el transporte de arroz. Para ello, inyectaron la suma de 50 mil dólares para la recuperación. El 10 de agosto de 1998, comenzó una cuadrilla de vía y obra a trabajar con una zorra Ferrocar y 10 hombres bajo el mando de Santos Castro como Capataz. En pocos días, para el 29 de agosto habían repuesto los rieles extraídos y ese día llegaron a La Clarita, aunque el acto oficial fue el sábado 5 de septiembre de 1998, con funcionarios gubernamentales presentes. La cuadrilla trabajo hasta enero de 1999, cuando la Cooperativa dejo de aportar presupuesto, por otra crisis del arroz. El Ferroclub no pudo realizar viajes porque estaba reconstruyendo sus vagones, destruidos en una tormenta el 2 de septiembre de 1998.

Hasta ese momento, el ramal entre Caseros y San Salvador, estaba limpio y transitable de punta a punta.

Otra vez el abandono por la falta de presupuesto y viajes se produjo entre 1999 y 2002. Ese año, con nuevos impulsos se regresó a La Clarita y Arroyo Baru, con los dos coches nuevos pintados de verde y con pasajeros, los días 10 y 24 de noviembre de 2002, respectivamente. A La Clarita se siguió viajando hasta el 16 de marzo de 2003, cuando por razones de escasa demanda, se dejaron los viajes y se volvió a abandonar la limpieza del ramal. A Arroyo Barú, solamente se realizó un viaje, el inaugural, el día 24 de noviembre, por impulso de Jorge Velayos, un gran emprendedor que era el presidente del Ferroclub de Arroyo Barú, que funciono un breve tiempo con una zorra cedida por Ferroclub Villa Elisa, transportando pasajeros entre la estación y el puente Barú.

Desde 2003 y hasta 2010, pasaron 7 años de olvido y abandono. El Ferroclub, siempre dependió de los viajes al palacio San José, por lo que se privilegió el mantenimiento hacia Caseros.

Recién en 2010, merced a una iniciativa del Gobernador de Entre Ríos, oriundo de Arroyo Barú, Sergio Urribarri, y la creación de la Uefer, dos trenes de los convencionales volvieron al ramal. El 22 de agosto apareció por La Clarita y llego hasta Arroyo Baru la locomotora General Electric 6942. Dos días después el 24, el Materfer 001, un coche motor de última generación, recorría las estaciones, llegando con la promesa de restablecer el tren de pasajeros.

El sueño de la vuelta del ferrocarril, termino el 2 de octubre de 2010, cuando el Materfer 001, en un viaje recreativo, descarrilo llegando a Barú. Si bien existían dos cuadrillas de vía y obra en el ramal hasta el año 2013, no hubo más tren de pasajeros, ni recorridas desde Villa Elisa a San Salvador.

Este cuarto regreso ocurrido ayer debe servir de enseñanza a las autoridades, que tanto gastan en distintos rubros, para que destinen presupuesto a mantener limpio el ramal, dejando de lado su indiferencia para con el Ferrocarril, para que los ciudadanos lo puedan recorrer los fines de semana a pie o en bicicleta, sin alambrados que lo atraviesen, haciendo de la traza una vía verde como ocurre en Europa, hasta tanto el estado se decida, y vuelvan los trenes oficiales, como fue hasta 1977.

El reconocimiento a los colaboradores del Ferroclub, ciudadanos comunes, que para salvar un ramal de su desaparición trabajan a pura voluntad, sin viáticos, sueldo, ni incentivos del estado indiferente.

Rafael Pirolla