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PARANÁ
01-12-2021

Megajuicio: Hugo Marsó declaro ayer en el juicio como imputado en la causa “sueño entrerriano”

(Villa Elisa al Dia) Hugo Marsó, de saco gris, al medio de Gerardo Caruso y el abogado de ambos, Emilio Fouces. (Foto: ANÁLISIS)

2021-12-01-7:02
El exministro de Turismo de Entre Ríos, Hugo Marsó, imputado en la causa “sueño entrerriano” por la instalación del parador playero en Mar del Plata, declaró este jueves durante más de una hora.


Decidió responder preguntas, aunque no arrojó demasiadas precisiones. Dijo conocer a Corina Cargnel -coimputada en la causa y contadora de Formato Urbano y Juan Pablo Aguilera-. Aseguró que en alguna oportunidad la vio cuando fue a buscar “merchandasing” para el Ministerio de Turismo a Formato Urbano, aunque desconoció la vinculación de Aguilera con esa empresa. “Era una cosa rara, no de todos los días. Cuando había un evento importante nosotros podíamos ayudar en algo”, agregó sobre esas visitas.

“A Aguilera lo conocí de la política pero terminó siendo director de la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires y tuve interacción directa. Creo que a Corina la vi ahí, y después la volví a ver acá”, respondió a los fiscales cuando lo interrogaron. Negó que Aguilera haya tenido intervención en la licitación del parador.

Cuando quisieron mostrarle un mensaje entre Aguilera y Cargnel, que hablan de él, la defensa se opuso y le indicó a viva voz que no conteste la pregunta.

—Cómo voy a tener conocimiento de un mensaje ¿fue conmigo? No—se apuró a contestar Marsó.

—No señor Marsó, aparece su nombre por eso le estoy preguntando —repreguntó la fiscal Patricia Yedro.

—No puedo saber por qué hablan de mi.

—Por eso, si usted puede dar una explicación de porqué aparece su nombre ahí.

—No, qué se yo.

El mensaje sobre el que Fiscalía no pudo indagarlo es una conversación en la que Cargnel le avisa a Aguilera que llamó Marsó y le indica puntualmente: “Después decime qué arreglamos con él”. El intercambio fue el 11 de febrero de 2015, fecha cercana al pago del parador por parte del Estado provincial.

La cuestión “devino abstracta”, según advirtió el presidente del tribunal, José María Chemez porque, pese a que en el inicio de la declaración al imputado lo informan sobre la posibilidad de abstenerse de contestar, el abogado Miguel Cullen le indicó en medio de la declaración que no responda. Es decir, a criterio del tribunal se le podía preguntar pero dejó de tener sentido cuando Cullen desaconsejó contestar en medio del interrogatorio. “Los defensores se pueden oponer a una pregunta pero no indicarle al imputado qué temperamento adoptar, es el abc del juicio. El doctor Cullen ya le dijo que no conteste”, acotó Chemez.

“Primero no me acuerdo. Ahora ¿el único Marsó con el que ellos tenían relación era yo? No me acuerdo, no puedo saber qué escriben dos personas y me nombran”, remarcó después Marsó.

—¿Sabe si había motivos para que Urribarri tenga contactos telefónicos con Gerardo Caruso, previo al inicio del trámite licitatorio del parador de Mar del Plata? —continuó el fiscal Ramírez Montrull.

—No. No tengo idea.

De inmediato interrogó por contactos entre Franco Urribarri y Juan Pablo Aguilera con Caruso, previo al inicio del trámite de licitación para la instalación del parador. El imputado también contestó no saber.

—¿Sabe si alguna de las empresas subcontratadas por "El Juego en que Andamos" iniciaron gestiones o trabajos, previo al inicio del trámite licitatorio? —consultó Ramírez Montrull.

—No, no sé.

También se lo indagó sobre los plazos abreviados del trámite de licitación del parador, dado que él mismo había contado unos minutos antes -cuando declaraba para los defensores-, que la idea de promocionar la provincia a través de un parador en Mar del Plata había surgido en el verano de 2014 y Urribarri lo alentó con un “dale para adelante” a mediados de ese año.

Marsó aseguró que se inició el trámite en diciembre de 2014 para enero de 2015 porque antes “no había autorización para ocupar el espacio gratuito en Mar del Plata”. “Dije que me llamó Urribarri y me dijo ‘dale para adelante’. No sé si tenía el papel firmado pero podíamos hacerlo”, remarcó.

Eligió responder “no sé” cuando lo consultaron sobre su conocimiento de procesos licitatorios abreviados y si esa condición afecta la presentación de oferentes y como consecuencia el precio.

Le preguntaron también por el sello Urribarri en las instalaciones inflables y el rostro del exgobernador. Le mostraron fotos con el parador funcionando, con gente, y una fotografía del lexmandatario detrás. “Tampoco es raro que esté el nombre de Urribarri en el parador, es muy común que aparezca el nombre de un gobernador, en términos turísticos”.

“Para mí fue un honor ser ministro de Turismo de Entre Ríos”

Esa fue una de las tantas frases que quedaron plasmadas en la primera parte de la declaración de Marsó. Comenzó su alocución alrededor de las 12.20 y poco más de una hora después terminó de responder las inquietudes de los defensores. Durante todo ese primero tramo, sus manifestaciones fueron en torno de su gestión al frente del Ministerio, su actividad privada y su desempeño en la Intendencia de Colón.

“Tengo 62 años, estuve 14 en la política. Vengo de la actividad en una empresa familiar avícola, que fundó mi padre y hermanos. Me crié ahí. Pero con el tiempo fuimos haciendo otras actividades, en mi caso estaciones de servicio. En la crisis de 2001 y 2002 me fueron a charlar para participar en política, acepté el desafío, caminé el 80 por ciento de Colón tocando timbres, porque no me conocían. De mañana trabajaba y de tarde salía a recorrer”, contó al inicio.

En 2003 ganó la elección. “Cuando llegué a la Intendencia, al único que conocía era a Urribarri y no de la política sino de la secundaria, porque éramos la misma promoción y nos tocó juntos servicio militar que fue la infantería marina. Eso fue importante y fuerte, son relaciones que uno no se borra, allá por el ‘77. Después lo encontré como ministro de Gobierno. Políticamente siempre tuvimos caminos diferentes. En 2007 formé parte de la lista de Solanas -Julio- y ganamos el municipio. Como anécdota, en 2011 me llamó Urribarri y me dijo que sortearía nombres para conformar la lista de diputados. Vine un sábado a Paraná y salí sorteado número uno. El domingo era tapa de los diarios. Después Urribarri me llamó y me dijo que tenía para mí un lugar mejor, que era el Ministerio de Turismo que había creado recién. Me dijo que quería que el primer ministro de Turismo de la provincia fuera de Colón. Y a mí no me gustan las tareas legislativas, siempre fui ejecutivo. Entonces vine a la provincia a hacer lo que como colonense siempre quisimos que hicieran”, manifestó.

“Para mí fue un honor ser ministro de Turismo de Entre Ríos, porque significaban muchas cosas. Urribarri estudió en Colón la secundaria. Le quedaron muchos amigos ahí, tiene a sus tíos, conoce mucho. Me dijo que trabaje junto con sector privado, que trate de equilibrar la provincia porque la costa de Uruguay tiene mucho desarrollo en comparación a costa del Paraná”, apuntó.

Agregó que la idea de instalar un parador en Mar del Plata surgió en el verano de 2013-2014. “Fuimos a Mar del Plata a promocionar el carnaval de Entre Ríos. Ahí vimos los paradores de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Estaban en la Bristol, o sea lugares sumamente caros. Nosotros vimos Miramar y nos resultó imposible. Estuvimos averiguando costos. Teníamos un convenio con Mar del Plata. Y la relación de Urribarri con el intendente de marplatense era buena. A mediados de 2014 propuse en una reunión de Gabinete hacer un parador, pero con el desafío de conseguir gratis el espacio. El desafío era que él trate de conseguir un lugar gratis. Eso llevó tiempo. Él me dijo que lo iba a conseguir, empezamos a idear qué iba a hacer y qué no”, asentó.

Marsó agregó que después de compartir la idea, Urribarri lo llamó un día y le dijo “dale”. “Él no te preguntaba si tenías o no tiempo, si no dale, teníamos que poder y pudimos”. Aseguró que se enteró cuál era la empresa que resultó adjudicada el día de apertura de sobres. “Participó otra empresa floja de papeles, o intentó participar, no recuerdo bien”.

Más adelante señaló que le pidió a Alfredo Bedriñán, empleado de Turismo provincial y amigo de Mauro Urribarri -durante su testimonial contó que ordenó que bajen la gigantografía de Urribarri de uno de los inflables un día antes del lanzamiento-, que se ocupe de “verificar el cumplimiento de licitación”. “Queríamos llevar diversión a Mar del Plata, y que se les meta el nombre Entre Ríos en la cabeza”, apuntó. Descartó que se haya hecho proselitismo en el lugar. “Cuando Alfredo estaba viajando vio una foto en la que aparecía la cara de Urribarr. No sé lo que pasó, le dije a Alfredo que vaya y se ocupe que esa foto no esté. Pudo haber sido un montaje fotográfico, pero mientras estuvimos nosotros en el parador eso nunca estuvo”.

“Urribarri nunca usó un acto de Turismo para hacer política, sí organizamos en una campaña anterior una movida de gente de turismo que invitamos a un acto político”, subrayó.

Dos testimonios

El presidente de la Cámara Entrerriana de Turismo (CET), Sebastián Bel, declaró este martes en el megajuicio por corrupción. Fue citado por el abogado Emilio Fouces, defensor del empresario Gerardo Caruso y del exministro de Turismo Hugo Marsó. Bel refirió puntualmente al Parador de Mar del Plata. Dijo que fue “una acción de marketing directo”, y tuvo como fin promocionar la “marca Entre Ríos”.

“La cámara nace en 2008 como cámara provincial. En 2014 se mejora estatuto. El Estado lidera las políticas y nosotros colaboramos en lo que es específicamente comunicación. Por ejemplo, en la Rural de Palermo hay un lugar específico de comunicación de la provincia y como Cámara vamos a colaborar y difundir nuestros destinos. Esto está en el estatuto de la Cámara, es el objetivo”, manifestó.

Dedicó un buen tiempo de su testimonial para destacar las políticas de turismo entre 2004 y 2015. Aseguró que Entre Ríos pasó de tener “22 mil plazas hoteleras a tener 48 mil”. “Ha sido uno de los mejores ministerios desde que estoy en la actividad turística. Tuvimos un premio en 2014 o 2015 por un stand, eso lo hicimos en conjunto, más allá que él lideraba las políticas, era en conjunto”, afirmó sobre la gestión de Marsó.

Sobre el parador playero, dijo que fue una “típica acción de marketing directo”. “La provincia promocionaba la marca Entre Ríos. En ese momento estábamos en temporada alta y colaboramos con bouchers. Después, en Semana Santa de 2015, un informe de organismos nacionales decía que en Entre Ríos el ingreso de turistas era incesante”.

Dijo que no escuchó quejas sobre la instalación del parador en Mar del Plata. De hecho, aseguró que “años después” vio el rostro del exgobernador publicado en las instalaciones inflables, en ANÁLISIS. “Vi la publicación donde estaba la cara del exgobernador y que decía Gobernación Urribarri. A fines de enero de 2015, cuando yo fui esa imagen no estaba. Estaba la marca Entre Ríos por todos lados”, apuntó.

–En su experiencia ¿es común que se promocione a la provincia con la imagen de un gobernador? –preguntó la fiscal Yedro.

–No es común, muchas veces se firma qué municipio o qué intendente, o qué gobierno lo hizo.

–¿Eso no tiene ninguna incidencia en promoción turística? –continuó el fiscal Ramírez Montrull.

–Ninguna.

El titular de CET no fue el único testigo citado por Fouces este martes. También compareció de modo virtual Martín Monita, extitular de la Agencia Monita Comunicación, actual funcionario del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom). Monita hizo la prensa del parador instalado en la playa La Perla, en enero de 2015. Habló sobre su trabajo, aseguró que sólo tuvo contacto con Gerardo Caruso, excepto cuando estuvo el exgobernador Sergio Urribarri en el parador.

“El día que concurrió al parador, en función de la atención de los medios de prensa frente a la presencia del gobernador y lo que implica para los medios una figura relevante de poder político, pero fuera de eso no”, respondió el testigo, luego que el defensor le preguntara si había tenido contacto con alguien más que Caruso.

Descartó haber recibido instrucciones de Urribarri, Marsó o Aguilera para hacer el trabajo. Contó que entre otras tareas elaboró un clipping para observar la repercusión de la gacetilla que se envió desde su agencia sobre el lanzamiento del parador y la agenda de eventos. “La realidad es que cada medio tiene su propia línea editorial. Nosotros mandamos la gacetilla pero después los medios tienen la libertad de redactar o contar lo que interpretan o sumar si tienen más información”, dijo cuando le preguntaron por qué algunas de esas publicaciones no hablaban puntualmente de la promoción de Entre Ríos como destino turístico, sino de la candidatura del exgobernador.
(ANÁLISIS)

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