Entre RÃos
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VILLA ELISA, ENTRE RÃOS, ARGENTINA.
22-09-2025
EL MUÑECO SE QUEMA EL LUNES 29 DE SEPTIEMBRE.
22-09-2025-H.10.19
Finalmente el muñeco que preparan los estudiantes secundarios de Villa Elisa para quemar en honor a la primavera y a su dÃa, se hará el lunes 29.
La suspensión del domingo 21, se debió a las malas condiciones del clima, y al barro del lugar de la ceremonia, cercano al estadio cerrado del polideportivo.
Por ello se eligió el dÃa lunes 29, atendiendo que es feriado provincial, y no interfiere con ninguna actividad programada.
LA QUEMA SE HACE EN “EL TIROâ€
El lugar elegido desde hace años para la quema, está ubicado en la intersección de la prolongación de la calle Héctor de ElÃa y Andres Roude.
Al sector se lo recuerda, porque hasta hace 44 años, existÃa un barrio de casas de madera, llamado “El Tiroâ€, similar en colores al barrio de la boca de la Capital Federal, y que su nombre se motivó en la existencia de un polÃgono de Tiro, con montañas de tierra alrededor para evitar que las balas se tornaran peligrosas para la población. Cuando muere Héctor de Elia, la actividad para lo que fuera creado, se vino a menos, y su paulatino abandono provocó la llegada de los primeros moradores, gente humilde que encontraba un lugar para vivir.
Era un bajo, por donde escurrÃa el agua de la pequeña población, y ante la falta de impedimento para construir, se armó “El Tiroâ€. Una historia barrial de muchas familias, que terminó en 1981, cuando el gobierno del intendente Adolfo Castro Almeida, decide desarmarlo y construir en varios lugares de la ciudad, varias viviendas con tÃtulo oficial para quienes habitaban El Tiro.
Adolfo Castro Almeida, fue un joven intendente de facto entre junio de 1981 y febrero de 1983, muy recordado por su manera particular de ejercer el poder, entre ellas, controlando la tarea de los empleados en el lugar y en persona. En este caso, le tocó asumir la difÃcil tarea de hacer lo que nadie querÃa; erradicar un barrio con tantas familias conocidas, lo que terminó logrando en consonancia con otras personas de la ciudad pertenecientes a partidos polÃticos tradicionales, logrando una aprobación social, que legitimó lo realizado.