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COLONIA SANTA ROSA, DTO COL贸N
07-06-2025
EL VALOR TESTIMONIAL DEL MONOLITO, EL CARRERO Y LA IMPRENTA
07-06-2025-H:22.59
En la tarde de hoy un grupo de personas de la regi贸n, y periodistas de Paran谩, Gualeguay, Villaguay y Villa Elisa, se reunieron en el lugar que rinde homenaje a un m谩rtir, que perdi贸 la vida por transportar una imprenta.
El lugar elegido desde 2015, pero con actos en 2019 y la tarde de hoy, se considera como el m谩s fiel representante de la raz贸n de ser de la profesi贸n de periodista; 鈥淪in favores ni temores鈥. Est谩 emplazado en tierras del Departamento Col贸n.
Est谩 en un lugar donde se llega por un camino rural en mal estado , sin indicaciones, que no invita demasiado a conocer el sitio de la injusticia.
Hace 10 a帽os, se rescat贸 el monolito, plantado en 1939, merced a la iniciativa de comunicadores de Villaguay y Villa Elisa, porque el emplazamiento est谩 ubicado, en la mitad de ambas ciudades, al borde del Arroyo Santa Rosa, que le puso el t铆tulo a la tragedia de 1907.
La sinraz贸n del suceso, deja una marca de temor en la difusi贸n de las noticias, subrayando el costo de atreverse a informar sin autocensurarse. El sitio elegido por los malvados gobernantes que detentaban el poder de hacer callar, delimita los departamentos, Villaguay, Col贸n y Uruguay, eligiendo esta 煤ltima geograf铆a, para no salpicar la propia.
Por ese motivo, el llamado crimen de Santa Rosa, constituye un claro ejemplo, de lo molesto que resultaba el periodismo al comienzo del siglo 20, que no tem铆a, ni recib铆a 贸rdenes del poder.
Para el a帽o pr贸ximo, se prevee realizar algunas peque帽as obras de identificaci贸n en la misma ruta 130, pues el lugar, tambi茅n fue escenario de la batalla de Santa Rosa, en octubre de 1870, referencia que brind贸 con much铆simos datos, Matias Paea, quien se encuentra preparando un libro sobre ese suceso, no demasiado conocido, y que no se ense帽a en las escuelas de la regi贸n. (Amliaremos)
Sobre el salvaje asesinato de Julio Modesto Gallard, en 1907.
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06/07/2015 |Un m谩rtir del Periodismo entrerriano Este relato, en adhesi贸n al d铆a del periodista, est谩 referido a un crimen perpetrado en 1907 en el centro de nuestra provincia. Olvidado por la opini贸n p煤blica durante m谩s de un siglo, hoy es objeto de un renovado inter茅s por sus singulares caracter铆sticas. Este clima de homenaje comprende tanto al humilde carrero asesinado, como al joven periodista que lo contrat贸, ejemplo
A principios del siglo pasado, conviv铆an en Entre R铆os los resabios de la 鈥減olic铆a brava鈥, con el surgimiento de periodistas independientes y combativos. El choque era inevitable y entre los antecedentes, hubo un caso resonante ante la justicia: 鈥淟atallada c/ Podest谩鈥 en 1889. Tuvo gran repercusi贸n, al punto de asumir Osvaldo Magnasco el patrocinio del actor contra Francisco Podest谩, director de El Trabajo de Nogoy谩, por sus graves acusaciones al Comisario de esa ciudad. Pero en 1907 ocurre algo peor que una imputaci贸n injuriosa: un humilde carrero fue salvajemente degollado: Julio Modesto Gallard. Tra铆a la imprenta al joven periodista Antonio R. Ciapuscio, para reabrir su peri贸dico El Pueblo鈥 de Villaguay, desde la cual denunciara antes, las reiteradas pr谩cticas delictivas del Comisario Juan S. Hermelo. 脡ste en represalia, lo hab铆a perseguido hasta el asedio y debi贸 irse a Col贸n. All谩 se enfrent贸 a otro comisario, Francisco Batmalle赂 quien lo hizo encarcelar dos a帽os, con graves torturas. Recuperada la libertad y muy lejos de amilanarse, el joven periodista -29 a帽os- decide volver a Villaguay a fines de 1906. All铆 sufri贸 tantas presiones, que le costaba conseguir una finca para su peri贸dico. Enterado del inminente traslado de la imprenta, Hermelo mont贸 r谩pidamente un siniestro plan de interceptaci贸n y destrucci贸n de la misma. Al mando del operativo puso a F茅lix Santa Cruz, Comisario de La Capilla (hoy Ing. Sajaroff) e incondicional de Hermelo. Al grupo de tareas lo completaban F茅lix Santa Cruz, hijo, m谩s los agentes Fortunato Chamorro y Eduardo Cisneros. El plan original era actuar enmascarados y limitarse a inutilizar la imprenta. Mientras, en Villaguay muchos apostaban a que el peri贸dico jam谩s reabrir铆a. El 4 de enero de 1907 Gallard parte para Col贸n. Al llegar, encuentra un joven 鈥渕uy atento鈥, quien le averigua cu谩ndo sale, por qu茅 camino etc. 鈥淰oy por el camino del puente del Gualeguaych煤鈥. Era el criado de Pedro Santa Cruz, hermano del comisario de Capilla y c贸mplice suyo, quien lo hab铆a puesto a espiar sus movimientos. Como los organizadores no ten铆an noticias, ni tel茅fono, se cursaban telegramas entre Hermelo y Santa Cruz sobre novedades de 鈥渓os caballos鈥, refiri茅ndose en clave al viaje de Gallard, para esperarlo al regreso. 鈥淟os caballos ya salieron, van por el puente de Gch煤鈥. Salen entonces a buscarlo y llegan hasta la barranca de la ca帽ada Las Achiras, donde nace el A掳 Santa Rosa, zona despoblada en leguas a la redonda. Al demorarse el paso del carro, hab铆an hecho una carpa y ah铆 se ocultaban esperando la presa. Cansados de esperarlo, supusieron que hab铆a tomado el camino de San Antonio y volvieron a La Capilla. El d铆a 10, en Villaguay Justino Vel谩squez enviado por Hermelo, va a la casa de Gallard y pregunta a su esposa si su marido traer铆a duraznos de Col贸n y para cu谩ndo lo esperaba. Reci茅n el d铆a 11 a las 3 de la tarde, del carro pas贸 por La Capilla. Al enterarse, Chamorro y Cisneros lo detienen a 20 cuadras y lo obligan a volver, muy contrariado 茅l. En la Comisar铆a le explican que la imprenta 鈥渆staba embargada鈥 y le quitan su cuchillo. Mientras, F茅lix Chico llegaba a Villaguay y vuelve enseguida con la orden verbal: 隆degollarlo! A las 20 parte la cuadrilla con el carro y el preso en direcci贸n hacia Col贸n, para salirse de la propia jurisdicci贸n. A Chamorro le entregan la cuchilla de Gallard; Eduardo Cisneros iba a cargo del carro y al frente de la expedici贸n estaba el sanguinario F茅lix Chico. Al llegar al Arroyo Las Achiras rompen un alambrado y se meten en el campo San Merardo. All铆 destruyen la imprenta y tiran el carro al agua desde la barranca 隆con caballos y todo! Gallard al ver eso, ya imaginaba su destino y gritaba desconsoladamente. Para silenciarlo, lo desvanecen con un rebencazo en la cabeza. Finalmente en el A掳 Santa Rosa lo bajan, lo atan de pies y manos y ah铆 mismo deg眉ellan salvajemente, el viernes 11 de Enero a la media noche. El domingo 13 lo encuentra casualmente un pe贸n -Amado Mingurena- de San Merardo que avisa a su capataz. 脡ste informa a la Comisar铆a de Capilla, a lo que F茅lix Santa Cruz le contesta secamente 鈥渘o es de mi jurisdicci贸n鈥. En Villaguay su muerte trasciende reci茅n el d铆a 15; lo identificaron por una boleta a su nombre que ten铆a en el bolsillo. F茅lix Santa Cruz avisa a Hermelo y 茅ste, muy r谩pido, detiene a 4 perejiles. Ya se usaba. Pero esa vez los infelices tuvieron suerte. Porque, ni lerdo ni perezoso, el 23 de Enero Ciapuscio se presenta en Paran谩 y habla con el Gobernador, Faustino Parera, quien instruye al Ministro Luis Leguizam贸n. 脡ste env铆a un despacho a Hermelo orden谩ndole que se le brindaran a Ciapuccio las mayores garant铆as, y colaboraci贸n. 脡l sostuvo si se lo permit铆an, encontrar谩 muy pronto a los culpables. Y as铆 fue. El resonante juicio penal en C. del Uruguay estuvo a cargo del juez Antonio Sagarna, c茅lebre magistrado, historiador y miembro despu茅s de la Suprema Corte de la Naci贸n. El fiscal no le iba en zaga: Benigno T. Martinez. Fue seguido con atenci贸n por todos los medios del pa铆s, muy especialmente los diarios El Litoral de Concordia , El Uruguay y La Juventud de C. del Uruguay, El Litoral de Curuz煤 Cuati谩 (fundado por Francisco. Podest谩) y La Prensa de Buenos Aires entre otros, dada la enorme conmoci贸n que produjo el alevoso crimen. El abogado Salvador Sartorio, de brillante desempe帽o, patrocin贸 a Ciapuscio y la viuda de Gallard. Las condenas fueron contundentes: perpetua y prisiones de quince a帽os. Luego el pueblo de Villaguay, mediante una colecta popular, le regal贸 otra imprenta, que permiti贸 a Ciapuscio abrir nuevamente su diario. La inmensa repercusi贸n del asesinato de Gallard marc贸 nuevos rumbos y determin贸 muchos cambios en resguardo del periodismo independiente. Pasaron algunos a帽os y en 1939 se levant贸 un monolito en el lugar del crimen, que luego qued贸 totalmente abandonado y su placa destruida. Pero este a帽o, la comunidad de Villa Elisa ha procedido a restaurarlo para su reemplazamiento en estos d铆as. Finalmente, debemos se帽alar que Antonio R Ciapuscio, fue el padre del prestigioso Escribano que llevaba su mismo nombre y vivi贸 en Gualeguaych煤 hasta 2002. Y que Julio Modesto Gallard era t铆o abuelo de la actual Diputada Nacional Ana Carolina Gaillard. Quienes hemos ejercido el periodismo, les debemos a ambos nuestro sincero homenaje de reconocimiento en este d铆a.
Autor: Gustavo Rivas, a帽o 2015
