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Ferroclub Central Entrerriano
CONCEPCIÓN DEL URUGUAY
28-02-2018
EL "RUSO" WEBBER; HISTORIAS DE UN TÉCNICO FERROVIARIO
2018-02-28-23:38
Lo encontramos arreglando su jardÃn, luego de un cuarto de siglo de haberlo consultado por lo mismo que venÃamos hoy.
En 1992, el hoy abandonado taller de maquinas de Concepción del Uruguay, era su lugar de trabajo, atendiendo a las locomotoras Diésel que remolcaban los vagones de carga hasta el puerto y a los coches Fiat que hasta ese año salÃan y llegaban a Paraná y Concordia.
La estación de Concepción del Uruguay estaba viviendo su último año de actividad plena, despidiendo a los Fiat, y se las arreglaba con escaso presupuesto para que todo siga funcionando. El taller estaba equipado con las mejores herramientas, ya que ademas de las diésel, atendÃa las locomotoras a vapor, inclusive a las inmensas Henschel, las que se hacÃan cargo de llevar los trenes de carga entre Posadas y Federico Lacroze, pasando por Concepción del Uruguay. Incluso, nos contó, que aquella rotura del puente sobre El Mármol, era una Henschel, (hoy también abandonada en Concepción) la que traccionaba ese tren, y al tener tanta potencia, destruyo el puente, terminando incluso descarrilada ese dÃa, el 14 de julio de 1977.
Francisco, el “ruso†Webber, originario de Strobel, descendiente de alemanes, vive con sus jóvenes 82 años, en la misma ciudad donde el ferrocarril le dio trabajo, en los tiempos que ser ferroviario era sinónimo de puntualidad y eficiencia.
Hace mucho que no va a la estación, a pesar de vivir a unas pocas cuadras, ni tampoco se reúne con sus ex compañeros de trabajo. Y, aunque no lo mencione, será por no querer ver lo que quedo de esa hermosa estación, donde todo el predio era cuidado en demasÃa, y la cantidad de vagones, trenes y pasajeros bajando y subiendo, no dejaban ver el edificio. A los ferroviarios que vivieron ese tiempo, les duele la realidad del despojo, el olvido y la destrucción; como a esas oxidadas maquinas a vapor, tan vilmente saqueadas y descuidadas, a las que les han robado hasta las mismÃsimas bielas; si, las pesadas bielas, que en 1983, fueron la tracción para dejarlas depositadas al lado de la estación; una llego desde el puerto, y apunta hacia Caseros, y la otra desde Basavilbaso con su miriñaque mirando hacia el rÃo.
Ahora, con la creación del flamante Ferroclub en Concepción del Uruguay, quizás la historia comience a cambiar; al menos hay que intentar la utopÃa de volver las viejas vaporeras a lustrar los rieles. El “Ruso†Webber, nos dijo, está dispuesto a colaborar y asesorar en esta difÃcil partida de ganar la batalla contra el olvido y la destrucción definitiva del querido ferrocarril Urquiza.
RP.