BUENOS AIRES
19-08-2018

River-Belgrano, Superliga: el equipo de Gallardo no pudo como local e igual贸 0-0

(Villa Elisa al Dia)

Las noches de lluvia tienen su "no s茅 qu茅" especial. Todo se reviste de un color diferente y cambian las percepciones. Por ejemplo, los brillos parecen acentuarse. Multiplicar los resplandores es un problema cuando se trata de conducir un auto pero puede no ocurrir lo mismo cuando se trata de manejar un equipo de f煤tbol o sostener un empate casi en soledad.

El agua que con r谩fagas de distinta intensidad cay贸 sobre el Monumental, durante el River 0 vs. Belgrano 0, se ocup贸 de sacar lustre a esta segunda afirmaci贸n, porque permiti贸 apreciar con m谩s fuerza la luz de Juan Fernando Quintero, uno de los pocos jugadores de la Superliga por los que vale la pena pagar una entrada o encender la tele, a煤n sin simpatizar con el equipo en el que juega.

El volante colombiano ya no es sorpresa para nadie. La calidad de su zurda qued贸 en evidencia desde la primera vez que se calz贸 la camiseta de River. Su radar siempre encendido le dio m谩s juego al conjunto de Gallardo cada vez que sali贸 del banco durante su largo per铆odo de adaptaci贸n en el semestre pasado. Y si todav铆a hab铆a alg煤n despistado, el Mundial le sirvi贸 de vidriera para la consagraci贸n definitiva.

Los millonarios hicieron el esfuerzo de mantenerlo en el club y el hombre nacido en Medell铆n parece decidido a devolver con f煤tbol las ganas de que contin煤e en N煤帽ez. Frente a Belgrano y bajo el diluvio, Quintero dio una lecci贸n de elegancia y clase. En un equipo que arranc贸 el partido con un 煤nico delantero neto -Pratto- pero con indudable af谩n ofensivo fue el fuego que calent贸 el ambiente.

Partiendo desde el centro hacia la derecha en la l铆nea de cuatro volantes de ataque que prob贸 Gallardo, el colombiano fue el eje del mon贸logo que ejerci贸 River durante pr谩cticamente todo el encuentro. Desde su pie izquierdo suurgieron la distribuci贸n, los pases en corto y en largo, las cortadas, los tiros libres y los c贸rners lanzados con alt铆simas dosis de pimienta.

Su jerarqu铆a le permiti贸 a su equipo disimular las complicaciones que podr铆a haber ejercido el clima e inclinar el campo hacia el arco de un Belgrano que opuso su capacidad para resistir y el orden de un enjambre de piernas en torno a su 谩rea. Pero sobre todo, plant贸 bajo los tres palos a C茅sar Rigamonti, el otro fulgor en la noche, el principal factor para sostener el cero y, de paso, robarle el papel de figura estelar al n煤mero 8 local.

Regresado este a帽o al club que lo vio nacer tras cinco a帽os de peregrinaci贸n, el hombre de la indumentaria amarilla hizo el partido de su vida y se convirti贸 en muralla invencible. El martilleo constante de River lo oblig贸 a una participaci贸n permanente y respondi贸 de un modo excepcional. La lista de sus aciertos completaron m谩s de un cuaderno. Vuelos acrob谩ticos hacia ambos palos, anticipos por arriba y abajo en cada centro, seguridad para no dar rebotes peligrosos ni complicarse con la pelota mojada formaron parte de un repertorio que alcanz贸 la perfecci贸n.

Es cierto, a River le falt贸 m谩s justeza en la pegada y socios que se acercasen al nivel de su conductor colombiano. Gallardo prob贸 cambiando dos veces de sistema, incorporando primero al inoperante Borr茅 y modificando el planteo a un 3-4-1-2 en la media hora final. Pero no pudo encontrar la red "Pirata".

Para el 0 a 0 caben las explicaciones m谩s variadas. Sin embargo, esta vez pueden resumirse en una 煤nica cuesti贸n: la estrella de C茅sar Rigamonti brill贸 m谩s que la de Juan Fernando Quintero. Y ya sabemos que en las noches de lluvia el resplandor de los brillos se nota mucho m谩s.

Fuente:La Naci贸n